No puedes predecir el futuro, pero puedes tratar de predecir el precio de ciertos artículos, o de cubrirlos cuando lleguen. Un contrato de futuros obliga al comprador a recibir una mercancía o materia prima en una fecha determinada. En el otro extremo del contrato está el vendedor, que es responsable de entregar esos artículos a un precio determinado.
Los contratos de futuros se compran y venden para una variedad de materias primas, divisas, tipos de interés e índices, y son una parte importante de la industria financiera. Según la Asociación de la Industria de Futuros (FIA), en 2021 se negociaron más de 29.000 millones de contratos de futuros.
Cómo funcionan los futuros
Imagina a un agricultor de maíz que tiene que pagar varios miles de euros al principio de la temporada de siembra, con la esperanza de obtener un beneficio en la cosecha. El agricultor puede utilizar un contrato de futuros para protegerse de una caída del precio en la cosecha. Independientemente de cuál sea el precio real cuando el maíz esté maduro, el agricultor ha fijado un precio que le garantiza un beneficio.
En el otro extremo de esta transacción puede estar una gran empresa alimentaria que depende del maíz para sus productos. Para protegerse, la empresa compra el contrato del agricultor para protegerse del riesgo de pagar precios más altos en caso de escasez de suministro.
Los contratos de futuros se negocian en una bolsa, como la Bolsa Mercantil de Chicago, y una cámara de compensación actúa como intermediaria entre compradores y vendedores para garantizar que el contrato se cumpla en su fecha de vencimiento. Es posible que los contratos no se liquiden durante varias semanas o meses, pero el margen debe contabilizarse y mantenerse para garantizar la integridad del mercado.
Hay costes asociados a la negociación de contratos de futuros. Los fondos de materias primas, por ejemplo, no poseen silos llenos de maíz o tanques llenos de petróleo. En cambio, tienen contratos de futuros que deben renovarse antes de su vencimiento. Como el precio de un activo en el futuro suele ser más alto que el actual, siempre compran futuros a precios más altos y pagan una comisión por la transacción para venderlos antes del vencimiento a precios más cercanos al precio (actual) al contado.
Por eso puede haber diferencias significativas cuando el precio de una materia prima, como el gasóleo de calefacción o el gas natural, sube, pero el rendimiento de un fondo de inversión o un fondo cotizado que negocia con estos futuros en lugar de mantener la materia prima real es significativamente menor o incluso negativo.
Uso de contratos de futuros
Los compradores y proveedores utilizan los contratos de futuros no sólo para cubrirse y conseguir precios que se ajusten a su modelo de negocio, sino también para especular sobre el próximo movimiento de precios. Los operadores pueden comprar o vender un contrato de estos futuros del maíz, pero no quieren ser realmente propietarios del maíz. En cambio, buscan beneficiarse de las fluctuaciones de los precios. Un contrato de futuros puede comprarse y venderse continuamente hasta su fecha de vencimiento. Por ejemplo, un operador puede comprar un contrato de futuros de crudo a las 10 de la mañana por 70 euros y venderlo a las 3 de la tarde por 72 euros.
Los futuros pueden darte una idea de lo que acabarás pagando por una serie de productos básicos. En los últimos seis meses, los futuros del café y del petróleo se han disparado porque la oferta y la demanda han afectado a sus precios. El clima inusualmente frío en Brasil -el mayor productor de café del mundo- ha provocado la destrucción de cafetos y ha hecho subir los precios. Más recientemente, los precios del petróleo han subido mucho a medida que la demanda se recupera de la pandemia mundial y las sanciones contra Rusia afectan a la oferta, elevando los precios de la gasolina en el surtidor.
Comprender el riesgo de los contratos de futuros
Toda inversión conlleva cierto riesgo, pero la negociación de futuros puede ser muy arriesgada para los inversores particulares con escasos conocimientos sobre el funcionamiento de los futuros. Los brokers permiten a sus clientes negociar contratos de futuros con un margen de beneficio que, esencialmente, te permite pedir dinero prestado para hacer apuestas más grandes. Si esa apuesta no resulta, tendrás que pagar más dinero del que estás dispuesto a pagar.
Cuando salgan al mercado nuevos fondos de criptodivisas, debes tener en cuenta que estas participaciones son en gran medida contratos de futuros, no las criptodivisas subyacentes. La extrema volatilidad significa que seguramente habrá diferencias significativas en el rendimiento.
Futuros frente a opciones
Los futuros y las opciones suelen combinarse a la hora de invertir, porque ambos están anclados en escenarios de precios hipotéticos. Sin embargo, hay una diferencia importante entre ambos. Los contratos de opción hacen honor a su nombre: el titular puede elegir si ejerce la opción de compra o de venta. Los contratos de futuros, en cambio, deben ser ejecutados. Ninguna de las partes puede rechazar el contrato.
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